A medida que se acerca la 95ª ceremonia de los Premios Oscar, esperamos impacientes varias cosas: la alfombra roja, las sonrisas forzadas de los perdedores con deportividad… Pero sobretodo los épicos discursos de los Oscar. Los mejores discursos de la historia del cine en los que algún actor famoso de Hollywood sube al escenario para pronunciar un monólogo de agradecimiento, a veces desternillante, otras profundo y 100% auténtico. De hecho, lookazos aparte, los discursos son la principal razón por la que vemos los Premios Oscar, ¿no?
1969: Barbra Streisand
1975: Lauren Hutton
Lauren Hutton quizá olvidó que ese día le tocaba ir a los Oscar y no a su habitual cita con Studio 54, y de ahí que escogiera un vestido de seda multicolor de Halston que cubrió con un maxi abrigo de pelo. Sin embargo, este look alcanzó un interesante doble objetivo: por un lado, definió el espíritu de una época y por el otro, sirvió de inspiración para otros icónicos modelos que le siguieron en posteriores ediciones de los premios: desde el famoso vestido azul Nairobi de Lupita Nyong’o al modelo de corte helénico de Natalie Portman. Inintencionadamente perfecto, pues.
1988: Cher
1986: Angelina Jolie
1989: Martha Plimpton
Los iluminados: Martha Plimpton y River Phoenix pisaron la alfombra roja en 1989 no solo como la pareja más cool del momento, sino como anunciadores de la estética grunge que, ya presente en circuitos menores, se apoderaría de todo al inicio de los noventa. El vestido vintage de seda cortado al bies de Plimpton ha sido copiado por cientos de novias y celebrities, en un nuevo ejemplo de que sí existe la belleza universal, ajena a modas y gustos particulares.
1992: Jodie Foster
Actrices que hayan recogido su Oscar con un traje pantalón hay pocas. Y entre todas ellas, la primera que recordamos y recordaremos es Jodie Foster. Su americana de Armani y sus pantalones palazzo de lentejuelas dieron el pistoletazo de salida a una década (la de los noventa) en la que el minimalismo sería la estética aspiracional por excelencia.
1992: Audrey Hepburn
Habían transcurrido exactamente 39 años desde que Audrey Hepburn hiciera historia (en la moda y en los Oscars) con su vestido blanco y floral de Givenchy, cuando la icónica actriz volvió a repetir hazaña y diseñador en la ceremonia de los Oscar de 1992. Su modelo de seda en rosa fucsia con escote asimétrico no solo fue el más elegante de esa edición, sino posiblemente uno de los tres mejores de la historia de los galardones. Treinta y nueve años después, Audrey volvió a definir con precisión qué significa ser elegante.
1997: Claire Danes
Cada década tiene a sus particulares musas desde un punto de vista estético, y si hablamos de los noventa, hablamos también de Claire Danes (con permiso de Winona, Gwyneth, Kate y compañía) . Su vestido blanco con alas de ángel en la versión de Romeo y Julieta de Baz Luhrmann, todos y cada uno de los jerséis grunge y vestidos florales que llevó en la serie My so called life, y (cómo no) la falda azul cielo y el jersey a juego de Narciso Rodríguez que lució en los Oscar de 1997. Un estilismo, este último, que ejemplifica a la perfección la estética de una década que se deshizo de los excesos para centrarse en las formas limpias y los colores neutros.
1997: Nicole Kidman
El color, entre lima y verde hoja, de este vestido grita una palabra: Galliano. Recto, con una abertura lateral forrada de pelo, bordados florales en la parte superior y escote barco, este modelo ideado por el creador gibraltareño para la casa Dior solo podía tener una dueña. Nos ha costado mucho elegir un solo modelo de la actriz australiana, pues han sido varios los que han logrado colarse en el historial de estilo de los galardones, pero este, quizá por representativo de una década y por nostálgico (fue el último que llevó junto a Tom Cruise en los Oscars) es nuestro favorito.
1997: Winona Ryder
Este vestido de Alta Costura de Chanel es tal obra maestra, que por fuerza ha entrado en casi todas las listas de vestidos icónicos de los Oscars. Contemplar a Winona entonces, como una suerte de nueva, gótica y joven Josephine Baker es teletransportarte a los años veinte y, como el protagonista de Midnight in Paris, no dar crédito ante semejante belleza.
1998: Sharon Stone
La década de los noventa estaba a punto de finalizar. El minimalismo iba a dar paso al exceso y la confusión de los 2000, y puede que este look de Sharon Stone ejemplifique mejor que ningún otro esta transición. Una sencilla camisa blanca de Gap y una falda de seda de Vera Wang fueron las dos prendas que la protagonista de Casino mezcló con un gusto y una elegancia que confirmaron que o bien sabía lo que hacía o bien lo supo su aventajada estilista.
1999: Gwyneth Paltrow
2001: Julia Roberts
“He vestido a muchísimas personas, pero si tengo que ser sincero, la que más feliz me ha hecho ha sido Julia Roberts”, dijo Valentino Garavani sobre su experiencia con la icónica actriz. El vestido, un modelo vintage de 1992, es sin duda uno de los más icónicos de la historia de los premios, así como uno de los poquísimos que pusieron de acuerdo a crítica y público. Su corte recto, cola de tul y elegantísimo escote recuerdan casualmente al estilo Jackie Kennedy –otra gran musa de Valentino–. Así pues, podríamos decir que Jackie y Julia se fundieron en una allá por el 2001.
2004: Uma Thurman
Con este indescriptible diseño de Christian Lacroix suceden dos cosas: por un lado, los hay que lo veneran y alaban con bastante devoción; y por el otro, los hay que lo consideran como uno de los vestidos más desafortunados vistos sobre una alfombra roja. En cualquier caso, generó y sigue generando un debate que desde luego resulta positivo en cuanto que animó una ceremonia que de otro modo habría resultado bastante aburrida. Más allá del “qué bonito” o “qué feo”, tiene que existir este tipo de vestidos que dividen y a la vez fomentan el encuentro de opiniones enfrentadas.
2004: Renee Zellweger
Si tuviéramos que definir el vestido perfecto para asistir a los Oscar en calidad de más que posible ganadora, diríamos lo siguiente: un modelo exacto al que llevó Renee Zellweger en 2004. Y es que este diseño de seda, ceñido, palabra de honor, con lazada posterior y cola firmado por Carolina Herrera es todo lo que un vestido de gala debería ser: sencillo pero con detalles complejos, de líneas depuradas, de un color poco llamativo y un tejido de una calidad exquisita. Que luego, visto en la modelo (en este caso en Renee) , guste más o menos es otra historia. Desde un punto de vista teórico, este vestido es pluscuamperfecto.
2006: Reese Witherspoon
La actriz encontró ese vestido vintage de Christian Dior en una boutique en París y lo cierto es que de no haberlo contado, todos habrían pensado que había sido diseñado especialmente para ella; y no solo porque le quedara perfecto, sino porque la estética del mismo atesoraba todo lo que es la propia Reese: delicada, romántica, sencilla y sin miedo a su propia feminidad.
2006: Michelle Williams
Este vestido es quizá uno de los pocos que siempre aparece en todas las listas de las mejor vestidas de la historia de los premios, con independencia de quién la haga y de lo que opine sobre el color amarillo. Así que todavía estamos tratando de averiguar qué tienen de especial ese escote de tul, esos labios rojos y ese magnífico moño deshecho para haber conquistado a tantísimas editoras, aunque en realidad lo sabemos: **Vera Wang (la diseñadora) , la propia Michelle y Kate Young (su estilista) **.
2007: Kirsten Dunst
Si hay un lugar donde un vestido de Alta Costura pueda sentirse como pez en el agua, ese lugar es la alfombra roja. Sin embargo, cuando hablamos de costura en este contexto, hablamos de vestidos cuya complejidad casi se palpe en cada puntada, cada bordado, tal y como sucede con este diseño de Chanel que lució Kirsten Dunst en 2006 y que es sin duda uno de los más elaborados y complejos visto en la red carpet de los premios. Sobra decir que la delicadísima belleza de la actriz es el complemento perfecto de este modelo.
2008: Marion Cotillard
“Marion pidió algo sencillo, pero yo quería que el resto del mundo viera a la mujer que yo veía”, así describió Jean-Paul Gaultier el vestido de sirena que creó para la actriz y que literalmente estaba cubierto de escamas de glitter. Marion subió casi por sorpresa al escenario a roger su estatuilla (por su interpretación en La vie en rose) y tras deslumbrar a los presentes con su diseño de Gaultier, volvió a emocionar después de pronunciar una de las frases de agradecimiento más bellas de la historia de los premios: “es cierto que hay ángeles en esta ciudad”.
2012: Emma Stone
Contamos los días y los minutos para ver el vestido de Emma Stone en los Oscar 2019. Sin embargo, a pesar de que la actriz de La Favorita nunca suele defraudar, intuimos que en ningún caso igualará la belleza del modelo de Giambattista Valli que llevó en la ceremoinia de 2012. El color (entre rojo y rosa intenso) , el contraste con su piel (tan pálida que roza la transparencia) y el maxilazo como una suerte de escote sublime configuraron un look difícil de olvidar e igualar.
2013: Anne Hathaway
La historia que hay detrás de este bellísimo vestido rosa de Prada es de esas que solo suceden en los Oscars y que nos gustan especialmente: Anne Hathaway reveló que se había decantado por este diseño la misma mañana de la ceremonia y que además lo hizo porque no le había quedado más remedio. El primer vestido tuvo que ser descartado porque otra actriz iba a llevarlo y con la segunda opción (de McQueen) sucedió que era exacto al vestido que iba a llevar Amanda Seyfried (aunque era de otro diseñador) . El día de la gala, a primera hora, este modelo de Prada llamó a la puerta. Anne se lo probó, a su marido le gustó, y sin arreglos y sin nada más que añadir, se fue a recoger su Oscar.
2014: Lupita Nyong’o
“Es un azul que me recuerda a Nairobi”, así describió la actriz el color del romántico vestido de Prada que llevó en los Oscars de 2014 y que fue además un modelo ganador (Lupita salió vencedora en la categoría de Mejor Actriz Secundaria gracias a su interpretación en 12 años de esclavitud) , lo cual le confiere una eternidad difícilmente igualable.
2016: Cate Blanchett
Tal y como sucede con Nicole Kidman, todo lo que Cate Blanchett decide ponerse se convierte en elegante. En cuanto al vestido que nos ocupa y que lució en la gala de los Oscar de 2016, podríamos decir entonces que el mérito es solo suyo (de la actriz australiana, vaya) , pero aquí también el señor Giorgio Armani merece llevarse un pedacito del pastel: su diseño de color agua marina con flores cosidas a manos bien merece formar parte de esta lista por derecho propio.
2017: Dakota Johnson
Ni estaba nominada ni por lo tanto fue premiada, pero a veces una actriz solo tiene que estar invitada o –como en el caso de Dakota– presentar un premio para brillar por encima de nominadas y premiadas. Dakota subió al escenario del Kodak Theater de la mano de Jamie Dornan con este fabuloso diseño de Gucci: una fantástica rareza que además dividió a los seguidores de la actriz (muchos no entendieron la belleza decadente del mismo) .
2018: Saoirse Ronan
Que una de las actrices más jóvenes del actual star system sea la mejor vestida de una gala en la que Nicole Kidman o Margot Robbie están presentes, es cuanto menos destacable. Sin embargo, la belleza del modelo rosa palabra de honor con lazo a la espalda de Calvin Klein by Appointment que lució la actriz escocesa no tuvo rival en la edición de 2018 de los premios. Un nueva era en forma de vestido.
Los ganadores disponen de un máximo de 90 segundos para dar las gracias a sus familias y amigos o pronunciar una frase memorable. En el caso de que alguno se pase, la orquesta de la Academia se ha hecho famosa por intervenir para agilizar las cosas. Muchos eligen ese momento para causar un verdadero impacto, enviar mensajes políticos, indirectas a la Academia, por ejemplo, a su falta de diversidad y para hablar de temas tan importantes como el cambio climático o la igualdad de género.
Ahora más que nunca, el contexto social ha propiciado el activismo social de las personas más inesperadas, así que estamos impacientes por ver qué sorpresas nos deparan los Premios Oscar 2023. Aunque puede que no seamos nosotros quienes exhibamos la estatuilla dorada en nuestras estanterías, todos estamos deseando ver la ceremonia en busca de una pizca de inspiración y, por supuesto, para entretenernos.
Así que, para celebrarlo, aquí están los mejores discursos de la historia de los Premios Oscar, pronunciados por Jennifer Lawrence justo después de tropezar cuando iba a recoger su premio, hasta el icónico silbido del padre de Kate Winslet.
Ariana DeBose (2022)
Ariana DeBose, protagonista de West Side Story (Disney +) ganó el premio a mejor actriz de reparto en la última edición de los Premios Oscar. La actriz pronunció un discurso empoderador y sincero al recoger el premio de manos del actor Daniel Kaluuya y la cantante H.E.R. En él habló de ser una “mujer de color abiertamente queer” y dijo al público y a los telespectadores que “sí hay un lugar para nosotras”.
Sobre sus primeros pasos en el mundo del cine, dijo: “Imaginaos a una niña en el asiento trasero de un Ford Focus blanco, miradla a los ojos. Estáis viendo a una mujer de color abiertamente queer, una afrolatina, que encontró su fuerza a través del arte. Y eso es, creo, lo que estamos celebrando hoy aquí”.
Ya, lo sabemos, puede que necesites más pañuelos.
Lupita Nyong’o (2014)
Con casi 10 millones de reproducciones en YouTube, podemos decir con total seguridad que el discurso de Lupita Nyong’o al ganar el premio a Mejor Actriz de Reparto en la 86ª edición de los Premios Oscar le tocó la fibra a más de uno.
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La actriz ganó el premio por su papel en la película de Steve McQueen 12 años de esclavitud (Netlifx). En su discurso agradeció a McQueen y a sus compañeros de reparto, antes de rendir homenaje a su hermano y mejor amigo, terminando con un mensaje para el público: “Que esto os recuerde que no importa de dónde seáis, vuestros sueños son válidos”.
Al Pacino (1993)
Con 8,7 millones de visitas y subiendo, este discurso es uno de los más vistos, quizá por su ingenio y la cantidad de fans que tiene Al Pacino, o quizá porque necesitamos seguir recordando este momento, ya que no le han vuelto a otorgar más… Aceptó el premio presentado por Jodie Foster a Mejor Actor por su papel en Esencia de mujer (Filmin y Movistar+).
Olivia Colman (2019)
Alabada sea La Reina… del cine, Olivia Colman, cuyo discurso de aceptación de los Premios Oscar en 2019 fue sin duda uno de los más divertidos de la noche. El momento cómico comenzó incluso antes de que Colman llegara al escenario, ya que la cámara grabó a la actriz, totalmente conmocionada, mientras anunciaban su nombre, antes de ser abrazada y besada, primero por su marido Ed y después por Emma Stone.
Comenzó su discurso diciendo: “¡Qué estresante! Esto es divertidísimo, tengo un Oscar”, antes de sacarle la lengua a la cámara cuando le indicaron que finalizara y acabar señalando y saludando a Lady Gaga, la cual se encontraba en primera fila.
Sandra Bullock (2010)
La encantadora Sandra Bullock utilizó la mayor parte de su discurso, el cual ha sido visto más de cinco millones de veces, para defender a las demás mujeres nominadas en la categoría: Meryl Streep, Gabourey Sidibe, Helen Mirren y Carey Mulligan. Recibió el Oscar por su taquillazo The Blind Side: un sueño posible (Netflix).
Natalie Portman (2011)
Natalie Portman no pudo contener las lágrimas al recoger su premio a Mejor Actriz por su papel en Cisne negro (Disney +). Tras dar las gracias a su familia y a sus compañeros, Natalie, cuyo discurso cuenta con más de 5,6 millones de visitas hasta la fecha, aprovechó la oportunidad para dar visibilidad a “la gente del cine de la que nadie habla nunca”, como los peluqueros, maquilladores y estilistas de cine. ¡Bravo, Natalie!
Gerda Weissmann Klein (1995)
Si te quedan pañuelos de papel, los vas a necesitar para este, porque muchos espectadores calificaron el discurso de Gerda Weissmann Klein como el más emotivo que habían escuchado nunca. Klein, superviviente del Holocausto, ganó el premio al Mejor Cortometraje Documental por One Survivor Remembers, donde relata su propia supervivencia tras seis años de calvario como víctima de la crueldad nazi, incluida la pérdida de sus padres, hermano, amigos y familia. Dijo: “He estado en un lugar durante seis años en los que ganar significaba tener un mendrugo de pan y vivir un día más. Desde el bendito día de mi liberación me he preguntado, ¿por qué estoy aquí?”
También animó al público a recordar el Holocausto, diciéndoles: “Cuando volváis hoy a vuestras casas, daoos cuenta de que cada uno de los que conocéis la alegría de la libertad sois ganadores”.
Daniel Kaluuya (2021)
El talentoso Daniel Kaluuya ganó el premio al mejor actor de reparto en 2021 por su papel en Judas y el mesías negro (HBO Max) En su discurso rindió tributo al presidente Fred Hampton, a quien interpreta en la película, y a su labor en favor de los derechos civiles, pero fue el reconocimiento a sus padres lo que quizá haya llamado la atención de tanta gente.
“Quiero dar las gracias a mi madre”, dijo, “me lo diste todo. Me diste mi forma de ser. Para que pudiera hacerme valer. Muchas gracias por hacerme ser quién soy, aunque todavía queda mucho por hacer. Esto va por todos los que estáis en esta sala. Esta no es el trabajo de un solo hombre. Os miro a todos. Tenemos trabajo que hacer”.
Al final de su discurso, la estrella dio las gracias a sus padres por traerle al mundo, diciendo: “Mi madre y mi padre… Tuvieron sexo. Es increíble. Estoy aquí”.
Halle Berry (2002)
Y las lágrimas continúan, porque cuando Halle Berry dio su discurso como la primera mujer negra en ganar el premio a la Mejor Actriz por su papel en Monster’s Ball (Filmin) no quedaba ni un solo ojo seco en la sala. “Este momento es mucho más grande que yo”, dijo Berry mientras se esforzaba por hablar entre lágrimas mientras recordaba a sus héroes del mundo del cine. “Esto es por cada mujer de color sin rostro, sin nombre, que ahora tiene la oportunidad porque esta puerta, esta noche, se ha abierto”.
Roberto Benigni (1999)
La victoria de Roberto Benigni como Mejor Actor por la película italiana La vida es bella (Disney +) acaparó la atención en los Oscar de 1999 y ha superado los 7,3 millones de visitas. El actor italiano tuvo posiblemente la mejor reacción de todos los tiempos cuando se dirigió al podio saltando sobre los asientos, ¡toda una leyenda!
Eddie Redmayne (2015)
Este peculiar, bonito, sincero e ingenioso discurso de Eddie Redmayne también es uno de nuestros favoritos. Redmayne aceptó el premio al Mejor Actor por su papel de Stephen Hawking en La teoría del todo (Prime Video y Movistar +) no se privó de mostrar verdadera emoción y alegría. Con más de 12,5 millones de visitas hasta la fecha, es sin duda uno de esos vídeos que apetece ver una y otra vez para alegrarse el día.
Emerald Fennell (2021)
Estamos obsesionados con el discurso de Emerald por lo mucho que nos identificamos con ella. Cuando ganó el Oscar al Mejor Guión Original por Una joven prometedora (Movistar +) en la 93ª edición de los Oscar, su discurso hizo que todas las chicas que habían tenido un flechazo adolescente en pantalla que nunca llegó a materializarse se sintieran apreciadas.
“Me dijeron que escribiera un discurso y no lo hice, porque no creía que fuera a ocurrir y voy a tener problemas con Stephen Soderbergh (el productor)”, admitió.
Y añadió: “El único discurso que he escrito fue cuando tenía 10 años, así que le eché un vistazo para ver si había algo útil en él, pero sobre todo daba las gracias a Zack Morris, de Salvados por la Campana, mi marido, que tanto me ha apoyado. Por desgracia, no ha formado parte de mi vida tanto como yo esperaba, así que ese discurso no ha sido tan útil”.
Kate Winslet (2009)
No es de extrañar que el discurso de agradecimiento de Kate Winslet se haya colado entre los cinco más vistos (con 8,5 millones de visualizaciones). La actriz británica, que recibió el Oscar a la Mejor Actriz de manos de Marion Cotillard, luchó por contener sus emociones y mostró un agradecimiento desbordante al recoger el premio por su papel en El Lector.
Heath Ledger (2009)
Justo por detrás de Leonardo DiCaprio, con más de 10,2 millones de visitas, se encuentra uno de los discursos de los Premios Oscar más emotivos de todos los tiempos. Cuando el fallecido Heath Ledger ganó el premio al mejor actor de reparto por su papel del Joker en El caballero oscuro de Christopher Nolan (HBO Max) un año después de su muerte, su familia recogió el premio en su nombre. Como era de esperar, nadie pudo contener el llanto.
Robin Williams (1998)
El gran Robin Williams fue nominado nada más y nada menos que tres veces antes de ganar su primer Oscar en 1998 como Mejor Actor de Reparto por El Indomable Will Hunting. Los fans esperaban un discurso lleno de sus habituales imitaciones, pero en su lugar se mostró entrañablemente tímido y amable. Cerró su discurso con lo que le dijo su padre cuando eligió ser actor: “Maravilloso, solo tienes que tener un plan B, como por ejemplo, la soldadura.”
Matthew McConaughey (2014)
Matthew McConaughey pasó de rey de la comedia romántica a serio aspirante a Hollywood tras su papel en Dallas Buyers Club (Netflix) donde interpreta a un electricista enfermo de sida. En 2014, recibió su primer Oscar al Mejor Actor de manos de una Jennifer Lawrence increíblemente tímida y nerviosa. Pronunció un emotivo discurso de agradecimiento a Dios, a sus compañeros y a su familia que supera los 10 millones de visitas y se mantiene como el tercer discurso de los Oscar más visto en YouTube.
Leonardo DiCaprio (2016)
El mundo se alegró cuando Leo ganó por fin su primer Oscar en 2016. El rompecorazones más querido de Hollywood fue coronado como Mejor Actor por su papel en El renacido (Disney +) y, como resultado, pronunció un discurso excepcional, tanto que sigue siendo el discurso de los Oscar más visto en YouTube, con más de 11 millones de visitas.
Este artículo se publicó originalmente en Glamour UK
Traducción y adaptación: Lucía Sanz
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